Hay veces que envidio el siglo XIX, cuando los magnates de Chile, Los Cousiño, los Vicuña Mackenna, tuvieron algo de visión a largo plazo y dedicaron parte de su fortuna a establecer grandes Parques de uso público. Lo propio puede decirse de los Vergara en Viña del Mar, donando esa hermosa quinta a los habitantes de la Región. Hoy es distinto. Los millonarios no piensan otra cosa que vender y explotar intensivamente los predios. Es el caso del Tranque Rumié en Villa Alemana, un lugar único, con un gran laguna, quebradas que alimentaron especies protegidas, verde donde ya no hay verde, a vista y paciencia, y con el permiso municipal, se destruye para construir casas. La capital del medio ambiente sólo destruye lo que queda de sus bosques.
Edison Encina.
