Por 67 votos a favor y 42 en contra y una abstención, la Cámara de Diputados
aprobó este miércoles en primer trámite la Reforma Laboral. Esta iniciativa se
suma a la reforma tributaria, educacional y al término del sistema electoral
binominal.
El diputado Socialista Marcelo Schilling, miembro de la Comisión de
Hacienda de la Cámara, dijo estar muy orgulloso por el respaldo
decidido que la Bancada PS, a través de sus 17 miembros, entregó en
la Sala al proyecto de Reforma Laboral del gobierno, iniciativa que con
la que a su juicio, «Chile salda una deuda con los trabajadores».
El parlamentario resaltó los pilares fundamentales del proyecto, como
es la titularidad sindical que permitirá suprimir a los grupos
negociadores, el fin del reemplazo en huelga y los pactos de
adaptabilidad que establecen la posibilidad de que el empleador con
su sindicato puedan constituir jornadas de trabajo distintas de lo
habitual.
“Es un proyecto que está bien estivado, aunque tiene algunos déficit.
Siempre he señalado que los temas laborales permanentemente dejan
cosas pendientes”, añadió Schilling quien dijo que queda pendiente la
indexación del IPC en los salarios y la negociación ramal.
Más adelante, resaltó el compromiso del gobierno y de los
parlamentarios con los trabajadores. “En la campaña presidencial y
parlamentaria comprometimos la cuarta reforma estructural del
gobierno: modificar el Código Laboral en materia de derechos
colectivos. Derechos que los trabajadores habían perdido y que
permiten reformas laborales modernas y equilibrados”, dijo.
El proyecto:
La iniciativa que hoy pasa a segundo trámite nivela las condiciones
institucionales de la relación laboral, de manera que trabajadores y
empleadores puedan negociar con igualdad de medios al interior de la
empresa, potenciando la confianza, la colaboración estratégica y
también buscando una mejor distribución de las ganancias de
productividad.
El proyecto amplia la cobertura de la negociación colectiva a
trabajadores que hoy están excluidos de ejercer este derecho;
establece la titularidad sindical, suprimiendo los grupos negociadores,
en aquellas empresas donde ya existe una organización sindical;
amplía el derecho a información de los sindicatos, con la finalidad de
mejorar la calidad de las negociaciones y de la relación empresa-
sindicatos.
Asimismo, se simplifica el procedimiento de negociación colectiva
reglada; se excluye la definición de huelga pacífica. Y se busca que
los beneficios en remuneraciones del proceso de negociación colectiva
anterior, sea el piso del nuevo proceso negociador, a objeto de
mejorar las condiciones laborales futuras sin perder los beneficios ya
logrados.
El texto de igual forma fortalece los mecanismos de mediación en la
negociación colectiva, mediación laboral de conflictos colectivos e
incorpora un moderno sistema de justicia arbitral que será gratuito
para los trabajadores y las empresas de menor tamaño.