Microempresarias de la V región se la juegan con emprendimientos dieciocheros.

16 09 2015angela2

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Salir de lo tradicional y ofrecer productos típicos en periodo de Fiestas Patrias, hace de

estas emprendedoras de Fondo Esperanza (FE) dos ejemplos de novedosa superación.

Ambas son mujeres de esfuerzo que trabajan día a día para sacar adelante a sus familias.

Una está ligada al rubro de la gastronomía y la otra a la confección de protección para

equinos, emprendimientos que durante la época de celebración patria destacan por su

originalidad.

Al interior de la V Región, específicamente en Nogales, vive Jacqueline Bugueño,

emprendedora que pasa sus días tejiendo capas para caballos, un oficio que aprendió por

casualidad, ya que una apoderada del colegio de su hijo se ofreció a enseñarle. “Ella se me

acercó y me comentó sobre esta disciplina, a mí me interesó. Al principio trabajé con ella y

luego empecé sola. Me ha ido súper bien”, señaló. Para elaborar las prendas, precisa, se

utilizan sacos arpilleros que compra en Viña del Mar. “Los desarmo y luego tejo las capas,

que también pueden ser impermeables”.

Jaqueline trabaja en su taller. En él tiene sus máquinas y telas con las que viste los

caballos del sector para protegerlos del frío o para vestirlos en ocasiones especiales, como

Fiestas Patrias, por ejemplo.

Para fortalecer su negocio, necesitaba un pequeño empujón, ahí se encontró con Fondo

Esperanza (FE). Fue (casi) una casualidad. “Estaba en el negocio de una vecina cuando

llegó alguien a contar sobre Fondo Esperanza y me interesó. Estoy aquí desde que se

instalaron en Nogales y me han ayudado mucho”. Ahora, esta emprendedora tiene un

taller más grande, dos máquinas para coser, una para cortar y su negocio funcionando a

toda máquina. “En invierno tenemos muchos encargos y tengo que pedirle a una chica

que venga a trabajar conmigo, sino, no alcanzo”.

En Llay Llay vive Ángela Calquín, una joven emprendedora de 32 años que tuvo que

comenzar a trabajar por necesidad. Hace más de diez años quedó embarazada y vivió su

maternidad sola, por lo que decidió salir a trabajar para darle una mejor calidad de vida a

su familia.

Tiene tres emprendimientos: trabaja en la Feria de Llay Llay vendiendo lo que esté de

moda según la temporada, además fabrica dulces artesanales con una de sus mejores

amigas y vende anticuchos y choripanes en ferias y actividades de alta convocatoria en

período de fiestas patrias.

Respecto a lo que ha logrado desde que es parte de Fondo Esperanza, la emprendedora

explica que surgió mucho más rápido que antes de contar con el servicio de la institución.

“Pude comprarme un furgón y reinvertir más capital en insumos de calidad. En cuanto al

tema familiar, debo decir que gracias a Fondo Esperanza mantengo sola a mis hijos y

tengo casa propia, por lo que es una ayuda completa”, indica.

Sobre sus sueños, la emprendedora que se describe como una mujer persistente,

responsable y cumplidora, dice que añora tener un local establecido en el centro de la

localidad, pero aun así no dejaría de trabajar en el comercio ambulante.

Fondo Esperanza

Fondo Esperanza cuenta con 53 oficinas desde Arica a Chiloé, y actualmente se encuentra

trabajando por apoyar los sueños de 100 mil emprendedoras(es) de 240 comunas del país.

Si quieres conocer más historias de superación como la de esta emprendedora visita

nuestro sitio www.fondoesperanza.cl .

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