El valle de Aconcagua ha desarrollado un potencial de desarrollo turístico unido al territorio y los
atractivos que, naturalmente, emergen en este valle. En esta línea, la geografía, al tener como
objeto de estudio el espacio, marca una diferencia en la gestión turística y la aproximación que
tiene hacia este territorio.
La geografía, como una ciencia de medida espacial, puede definir la oferta como lugares entre
productos del sector turístico, con sus respectivas escalas y distancias. Este espacio, mantiene una
estructura que conecta los atractivos, equipamiento local, servicios e infraestructura. De este
modo, propicia el desarrollo de productos de forma sustentable e inclusiva, busca la relación que
poseen los individuos con su territorio y desarrolla el conocimiento acorde a la demanda móvil,
proyectando el valle del Aconcagua como un destino consolidado de intereses especiales.
El territorio requiere de las condiciones que permitan desarrollar el turismo, el desarrollo local
puede y debe surgir desde las comunidades. Los Sistemas de Información Geográfica (SIG)
integran tecnología informática para representar y analizar diversos elementos georreferenciados,
desde el equipamiento turístico como son las vías de acceso, señalética y servicios básicos que
posee el valle de Aconcagua, hasta la proyección en productos y destinos turísticos. Es por esto
que la cartografía digital y el análisis espacial mantienen una estrecha relación con la oferta
presente en el valle, mediante la medición de clusters locales y su impacto territorial.
La gestión turística a través de los SIG mide la capacidad y potencialidad que posee el valle para
desarrollarse como destino turístico y concatena equipamientos y atractivos para desarrollar
oferta turística. Esta información georreferenciada, permite conocer dónde se ubican ambas
realidades, cómo juegan y hablan en un territorio cada vez más complejo y segregado, requiriendo
de una mirada integral para el desarrollo sustentable de las comunidades.
La georreferenciación de externalidades negativas, como la presión sobre ecosistemas frágiles y
generación de residuos, permitirá comparar diferentes realidades que conviven en el territorio.
Las bases de datos e información con coordenadas definidas permitirán cuantificar y gestionar los
potenciales impactos y tendencias en materia turística. El análisis de redes permitirá gestionar el
flujo de visitantes al valle y su capacidad de carga, junto con el estudio de patrones de
comportamiento de la demanda turística.
Las redes sociales y la Web 2.0 permitirán acortar las distancias entre el acceso a la información y
los individuos, publicar y distribuir la investigación científica junto con el diseño y desarrollo de
aplicaciones, así como también crear mediante la información geográfica, la puesta en valor de
mapas temáticos y cartografía digital para transmitir diversos tipos de información basados en
diseños de interfaces web, que permitan ocupar datos locales que darán un nuevo impulso en el
desarrollo, la puesta en valor y el emprendimiento de nuevas empresas y actores ligados al rubro
turístico.