¿Cómo es posible que Luis Felipe Moncada, presidente de la Asociación de Industriales Pesqueros
(Asipes), este ahora gravemente preocupado por la desaparición de la merluza, luego que el sector
que representa la ha depredado del mar chileno con la nociva pesca de arrastre? ¿Es el gato
cuidando a la pescadería?
El martes pasado, en el diario El Lider de San Antonio, el representante del sector industrial publicó
una carta en la sección editorial del periódico, donde utiliza términos como «deterioro del recurso»,
«colapso de la especie», e incluso llama a la Federación Nuevo Amanecer para participar de una
cruzada contra la pesca ilegal, supuestamente responsable de la desaparición de la popular
«pescada».
Podríamos utilizar epítetos como «caradura» o «cara de palo» contra este dirigente de los
industriales por estas polémicas declaraciones, sin embargo creemos que existen argumentos
científicos que demuestran claramente que el culpable de la depredación del mar chileno y la
desaparición de la merluza es precisamente este sector, la pesca de arrastre y el permanente
descarte y subreporte que realizó por décadas y décadas las embarcaciones y plantas pesqueras
de las siete familias y que ha arrasado no sólo con la merluza, sino con la mayoría de las
pesquerías chilenas.
Creemos que culpar a la pesca ilegal (que obviamente es un factor claramente negativo para la
sustentabilidad) por la falta de merluza es lavarse las manos frente a toda una ciudadanía, que ha
visto ante sus ojos como la codicia industrial ha convertido el mar en un desierto.
La carta firmada por el presidente de Asipes también se refiere al tema de la jibia, donde asegura
que los industriales no han metido «su garra» y que inocentemente están pescando sólo su 20% de
la cuota. Nosotros, como pescadores artesanales, sabemos con certeza que donde la industria
pone su ojo, viene detrás la depredación absoluta del recurso. La merluza ha sido el mayor
ejemplo y la jibia seguirá el mismo camino de exterminio si no se asumen de inmediato políticas de
prevención.
¿Qué hubiera pasado si se hubiera exigido a los industriales pescar merluza sólo utilizando línea
de mano y no el arrastre? Seguramente otro «gallo cantaría» en nuestro mar y no estaríamos
hablando de colpaso y posible desaparición.
Creemos que las declaraciones de Luis Felipe Moncada son irresponsables y buscan lavar la
imagen de un sector que, debido a su voracidad empresarial, ha depredado sistemáticamente el
mar chileno y lo seguirá haciendo. Nosotros estaremos atentos a esta nueva arremetida de la
industria, que busca evitar responsabilidades y culpar a otros del exterminio de la biomasa en el
mar chileno.