Investigador de la U. de Santiago afirma que los planes de descontaminación requieren tomar en cuenta otros compuestos orgánicos.

 

Para el experto en Ingeniería Ambiental y académico del Departamento de Ingeniería

Química, Dr. Luis Díaz Robles, todas las determinaciones que apuntan a disminuir la

polución suman. Sin embargo, el especialista hace notar la ausencia de medidas

orientadas a disminuir los Compuestos Orgánicos Volátiles (COV), precursores del

material particulado (PM) existente en nuestra capital y que son perjudiciales para la

salud. Ello, ante el anuncio de la Intendencia Metropolitana que desde mayo va a regir el

nuevo plan de descontaminación.

Por Tomás Parker

La Intendencia Metropolitana informó que desde mayo va a regir el nuevo plan de

descontaminación, previa consulta ciudadana este mes de enero, medida que pretende

restringir la circulación de los vehículos catalíticos durante el invierno, prohibir la quema

de leña en el Gran Santiago y la obligación de un recambio progresivo de buses del

transporte público.

Para el Dr. en Ingeniería Ambiental y académico del Departamento de Ingeniería

Química de la Universidad de Santiago, Luis Díaz Robles, todas las medidas que apuntan

a descontaminar suman; sin embargo, destacó que faltó que se tomara en cuenta algún

plan que apuntara a disminuir los Compuestos Orgánicos Volátiles (COV), los que son

precursores del material particulado (PM) que hay en la ciudad y que son perjudiciales

para la salud.

El investigador explica que los COV son sustancias químicas compuestas principalmente

de carbono junto a otros elementos como el hidrógeno, oxígeno, flúor, cloro, bromo,

azufre o nitrógeno. Todos ellos emergen al ambiente a través de vapor o gas. Dentro de

algunos ejemplos de estos elementos están el benceno, tolueno, y el nitrobenceno.

“Faltan medidas respecto a esos contaminantes, los que vienen de varios sectores, ya sea

del industrial, transporte, o cualquiera donde haya combustión. Los COV también los

podemos encontrar en las bombas de bencinas, las industrias de pintura y lavanderías al

seco”, puntualiza.

Además, agregó que “deben haber medidas que van orientadas a reducir el PM de la

atmosfera, por ejemplo, el óxido de nitrógeno o el amonio”.

Medidas contra los COV

El experto afirmó que dentro de las medidas que se pueden utilizar para la reducción de

los COV que hay en la Capital, se puede recurrir a los a procesos de oxidación catalítica o

absorción en carbón activado en el sector industrial.

Para el transporte, los vehículos catalíticos ayudan a reducir estos compuestos; sin

embargo, los mismos fabricantes de catalizadores recomiendan que se debe cambiar el

convertidor a los 80 mil kilómetros recorridos.

Respecto a las bombas de bencinas, subrayó que se puede implementar un sistema de

control de gases, como lo que ya ocurre en Estado Unidos.

El Dr. Díaz, remarcó que para evitar otra emergencia ambiental como la del año pasado,

“se tienen que aplicar bien el modelo, tomando las adecuadas medidas con anticipación,

por ejemplo, aplicar tempranamente las alertas ambientales”.

Proyección para el invierno

Sobre lo que proyecta para el invierno de este año, el Dr. en Ingeniería Ambiental,

manifestó que “no debiesen haber grandes cambios, ya que estos son de largo plazo, por

lo que debiese tener un comportamiento similar al 2015. Aunque la corriente del niño ya

pasó por lo que probablemente sea un periodo más húmedo, lo que influiría en que las

condiciones meteorológicas para la ventilación no sea óptimo afectando la calidad del

aire. Pero lo anterior va a depender de cuan lluvioso sea el año”.

Finalmente dijo que “si entra en rigor la restricción vehicular con el nuevo plan de

descontaminación, se esperaría que el 2016 sea mejor, reduciendo la cantidad de

episodios en comparación al 2015”.

Deja una respuesta