Las compañías salmoneras de las regiones de Los Ríos y Los Lagos
podría alcanzar pérdidas cercanas a los 800 millones de dólares, debido
al paso de la microalga Chatonella que provocó la muerte de más de 30
millones de peces. El Dr. Eugenio Spencer Ossa, académico de la
Universidad de Santiago de Chile, sostiene que el sector cuenta con
“riesgos que son impredecibles”, y que esto complica su relación con la
banca.
Por Andrés Zanetti Aránguiz
La industria salmonera de las regiones de Los Ríos y Los Lagos podría
alcanzar pérdidas cercanas a los 800 millones de dólares, debido al paso de
la microalga Chatonella que provocó la muerte de más de 30 millones de
peces. Al respecto, el director del Centro de Biotecnología Acuícola, CBA,
de nuestro Plantel, Dr. Eugenio Spencer Ossa, explica que el impacto final
en ese sector va a depender de la situación económica de cada empresa para
hacer frente a esta coyuntura, porque la producción va a disminuir y habrá
menos ingresos.
El académico especifica que “el manejo de esos empresarios con el mundo
bancario chileno ha sido complejo, porque la banca nacional -en general- no
mira bien la industria salmonera, porque su riesgo es demasiado alto, como
se puede ver con lo que acaba de pasar. Felizmente, para ellos, hay bancos
extranjeros que han decidido invertir”.
En cuanto a la prevención de este fenómeno natural, el Dr. Spencer sostiene
que “la industria salmonera tiene riesgos impredecibles, porque no se puede
predecir si va a haber una marejada, si va a llegar una manada de lobos
marinos o si va a aparecer esta microalga. Además, el brote fue mucho más
alto producto de que no ha llovido, de la temperatura del agua, es decir, se
dieron todas las condiciones para el crecimiento de esta alga”.
Los efectos
No hay duda que la industria salmonera sigue impactada por los efectos que
ha dejado a su paso la microalga Chatonella, que ya ha afectado al 15 por
ciento de la producción.
El académico puntualiza que aunque el precio en Estados Unidos ha
mejorado, las exportaciones desde Chile van a bajar.
A eso se le agrega que la salmonicultura, probablemente, sea una de las
industrias más endeudadas, por lo que “tendrá problemas, porque -en
general- esta industria no se ha recuperado en la parte económica en un cien
por ciento de la crisis del virus ISA”, que alcanzó a poco más de 5 mil
millones de dólares en pérdidas, a partir de 2007.
El Dr. Spencer acota que como las exportaciones deberían caer, “pasa que si
esas exportaciones que se pierden corresponden al margen de utilidad de la
empresa, entonces se está frente a un gran problema”.
Medidas de manejo
En cuanto a las determinaciones para manejar la situación, el Dr. Spencer
recalca que podrían ser efectivas pero a un costo muy alto.
“Mientras se constataba la presencia de la microalga ya se producía una
mortandad, y lo que venía a continuación era mover los salmones a otro
centro, pero también es posible que pasara que los otros centros estuviesen
bastante cargados, y sumado a ello el costo de mover una cantidad de
salmones grande, en forma viva, cuando ya están adultos, no es bajo”,
precisa el experto.
Agrega que “las medidas no van a salir gratis y provocarán un aumento para
poder costearlos. Además, los costos de la industria salmonera son los más
altos, especialmente en todo lo que es tratamiento y prevención de
enfermedades”.
En cuanto a las medidas inmediatas encabezadas por Sernapesca y el gremio
SalmonChile, el Dr. Spencer señala que han sido las adecuadas.
“Esta mortandad, que ya alcanza los 30 millones de peces, solo se podía
ocupar para harina de pescado y, a veces, las jaulas están tan lejos de donde
se hace ese producto que sacar esa mortalidad de las jaulas y llevarla a esos
lugares tiene un costo tan alto que no se justifica”, aclara.
“Arrojar esa mortandad a 60 millas náuticas al suroeste de la Isla de Chiloé,
como se determinó, para la cantidad de biomasa que es, no debería
representar ningún problema”, sentencia.
El experto advierte que sería una mala medida que la empresas decidan
trasladar los centros aún más al sur, ello porque “si las empresas salmoneras
se fueran de la zona de la región de Los Lagos, más al sur, impactaría
fuertemente en el desempleo en la zona de Puerto Montt. Hoy día, gran parte
de esa zona y la región de Los Ríos depende de la industria salmonera.
Entonces todas las medidas que puedan tomarse de ese tipo es mejor no
tomarlas”.
Cabe consignar que SalmonChile ha estimado que de continuar este
fenómeno, el número de desempleados podría ubicarse en 10 mil personas.
Respecto de prevenir la llegada de la microalga, expresa que “hay una
empresa que se dedica al monitoreo de algas -Plancton Andino, de Alejandro
Clément-, y también a predecir si justamente aparece esta alga, pero esto es
casi como predecir si va a llover en Santiago; a veces se puede acertar y a
veces no”.