Las 29 patentes requeridas son el resultado de la definición política y estratégica de la institución para invertir en ciencia y tecnología, así como en investigación, innovación y desarrollo, tal como lo detalló durante la premiación el rector del plantel estatal, Juan Manuel Zolezzi.
Por Valeria Osorio y Fernando Seymour
En el contexto de la séptima versión del Día Mundial de la Propiedad Intelectual, la Universidad de Santiago de Chile fue distinguida por el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (Inapi) como la institución pública que presentó más solicitudes de patentes de invención durante 2015.
Sus 29 solicitudes, resultado del trabajo científico y tecnológico desarrollado por la casa de estudios, la ubicaron además en el segundo lugar a nivel nacional, con una solicitud menos que la Universidad Católica y una por sobre la Universidad de Concepción.
La Presidenta de la República, Michelle Bachelet, destacó que el uso de la propiedad intelectual representa una herramienta efectiva para promover la innovación. “Los inventores, las universidades, los centros de investigación, distintas localidades y las empresas son todos ejemplos de cómo Inapi contribuye a la innovación e impulsa el crecimiento económico y el desarrollo tecnológico en el país”, declaró la mandataria.
En su discurso, también apuntó a la necesidad de avanzar en función de una productividad inteligente, equitativa y sustentable. “Un requisito central para eso es que trabajemos de forma colectiva y que podamos sumar las opiniones y las experiencias de muchos”, advirtió Michelle Bachelet.
Política institucional de inversión en ciencia y tecnología
Luego de la premiación, el rector de la Universidad de Santiago, Juan Manuel Zolezzi, aseguró que la distinción de Inapi es parte de una definición política y estratégica institucional para invertir en ciencia y tecnología, así como en investigación, innovación y desarrollo.
“Es un camino que nos ha dado buenos resultados, porque las capacidades instaladas dentro de la Universidad son de excelencia, en términos de recursos humanos, de laboratorios y equipamiento”, explicó la autoridad universitaria.
Junto con recordar que la Universidad de Santiago ha sido distinguida durante las siete versiones del Día Mundial de la Propiedad Intelectual, el rector Zolezzi reconoció que al tratarse de una universidad estatal y pública, resulta aún más complejo llevar adelante este tipo de procesos, considerando las limitaciones que existen.
“Sin embargo –detalló la autoridad universitaria–, el esfuerzo y el trabajo que se ha realizado en la Vicerrectoría de Investigación, Desarrollo e Innovación, con los ex vicerrectores Mauricio Escudey y Luis Magne, y hoy el Dr. Óscar Bustos, ha mostrado que se puede avanzar con calidad, excelencia y accediendo a reconocimientos como el que nos entrega Inapi”.
Asimismo, anticipó que la gran meta institucional debiera concentrarse en el trabajo respecto de la transferencia tecnológica a partir del Andes Pacific Technology Acces (APTA), proyecto recientemente adjudicado que permitirá un trabajo conjunto entre universidades y centros de investigación. “La Universidad debe transformarse en la primera institución que tenga la capacidad para transferir tecnología desde el invento, a través de la innovación y hasta una empresa ya formada”, proyectó el rector Zolezzi.
Transferencia tecnológica en beneficio de la ciudadanía
Por su parte, el director nacional del Inapi, Maximiliano Santa Cruz, hizo un llamado a superar el tradicional rol de las oficinas de patentes de velar solo por un buen registro. “No hay que olvidar que la propiedad intelectual tiene una doble dimensión. Una de protección, más relacionada con lo privado, y otra de difusión del conocimiento y transferencia tecnológica, que tiene que ver más con lo público”.
Por ello, insistió en que no se trata simplemente de crear o inventar. “No es casualidad que hayamos lanzado plataformas como dominiopublico.cl o inapiconecta.cl. Esta última, una vitrina donde inventores y universidades, como la Universidad de Santiago, suben sus tecnologías para que otros las conozcan y eventualmente pidan licencias o que se les transfieran”, planteó el representante de Inapi.
En ese contexto destacó que la transferencia tecnológica no solo beneficia a las universidades, sino que también a la ciudadanía que accede a esas tecnologías ofrecidas por las instituciones de educación superior.
“La universidades son el sector más minoritario entre el total de solicitudes de patentes. Primero aparecen las empresas, luego las personas naturales y a continuación las universidades. Sin embargo, entre los primeros lugares de mayores solicitantes de patentes siempre aparecen. Hemos visto un aumento muy fuerte de parte de la Universidad de Santiago y de otras universidades, lo que esperamos se mantenga en el tiempo”, manifestó Santa Cruz.
Además, aclaró que en Chile, en cuanto a las solicitudes de patentes de invención, el área mecánica sigue siendo la más destacada, por sobre los ámbitos de farmacia, biotecnología y electrónica, asegurando que se trata de un fenómeno que no solo se produce a nivel nacional, sino que también respecto del extranjero, con una tasa de 1,3 solicitudes de patentes por cada una de las que se solicita en el país.
Cabe destacar que la Universidad de Santiago tiene en trámite 174 solicitudes de patentes, a las que se suman las 65 ya concedidas, tanto en Chile como en el extranjero.