Laboratorio Clínico del Hospital de Quilpué avanza en implementación tecnológica y ahora realiza estudios de inmunidad.

 

Tecnología de punta, capacitación constante y una alta
motivación del equipo profesional y técnico han permitido
mayor resolutividad de esta importante unidad de apoyo
clínico.

Tras el gran salto tecnológico dado el año 2017, al implementar
Técnicas de Biología Molecular, la Unidad de Laboratorio Clínico del
Hospital de Quilpué avanzó sustancialmente en resolutividad
diagnóstica al agregar los estudios de enfermedades autoinmunes y
de inmunidad en general.
La Técnica de Biología Molecular permite conocer en horas, el
patógeno específico que provoca un cuadro clínico determinado, de
tal manera de brindar la información al profesional médico para
iniciar el tratamiento más indicado.
Así lo explicó el Jefe de Laboratorio Clínico del Hospital de Quilpué, el
químico farmacéutico Jaime Flores, quien comentó que el primer paso
fue la automatización de la microbiología, en donde la respuesta aún
se hacía lenta para el profesional clínico que esperaba resolver el
diagnóstico de un paciente.
“La respuesta de la ciencia fue avanzar hacia la Biología Molecular,
que es una tecnología capaz de buscar la huella genética de un
conjunto de patógenos, de manera simultánea, habitualmente
asociados a un cuadro clínico. Ya tenemos Biología Molecular y ahora
nos faltaba la otra etapa que era el estudio de enfermedades
autoinmunes, aumentar los estudios de autoinmunidad y de
inmunología en general” expresó.
Según relata el jefe de Laboratorio, el último equipo en llegar se
presentó en un congreso en San Diego, Estados Unidos. “Es lo último
que sacó la empresa el 2017 para el mercado norteamericano y ese
mismo año llegó a nuestro laboratorio. Permite hacer estudios de
exámenes complejos de modo automatizado, que antes debían
derivarse o bien no existían en la oferta”, expresó.

Respuesta a las necesidades de los pacientes
La derivación de exámenes a la red era uno de los principales
obstáculos a las necesidad clínicas de un hospital de alta complejidad
como lo es el Hospital de Quilpué, los procedimientos se entorpecen,

y el tiempo de respuesta se hace insuficiente para las necesidades
clínicas actuales. “Ahora por el contrario tenemos una capacidad
resolutiva muy alta porque nosotros procesamos todas las muestras,
todos los días. No acumulamos muestras, todos los exámenes se
procesan todos los días, por lo tanto, estamos respondiendo a las
necesidades de nuestros especialistas y de los pacientes” comentó
Jaime Flores.
“Antiguamente, un facultativo debía mantener hospitalizado por días
un paciente, esperando el resultado de un examen de este tipo. Hoy
la respuesta la obtiene en horas”, explicó.
Para enfrentar este desafío la Unidad de Laboratorio y su equipo
profesional y técnico se han ido acercando a las distintas plataformas
tecnológicas a través de la capacitación permanente de su personal,
tratando de maximizar el recurso humano que es escaso.
“También hay un entusiasmo del equipo que se dio cuenta que no
teníamos que estar derivando exámenes. Al darse cuenta del impacto
que esto tiene y de la respuesta satisfactoria del estamento clínico
satisfecho porque les respondemos las solicitudes muy rápido, se
sienten motivados”.
Antes de la implementación de esta tecnología, el Laboratorio Clínico
del Hospital de Quilpué derivaba entre 380 a 400 muestras de
pacientes mensuales. En este momento no alcanza a derivar 20
muestras. “No quiere decir que hagamos todos los exámenes
posibles, pero dentro del nivel de complejidad que tiene nuestro
establecimiento, está cubierto” finalizó el Jefe de Laboratorio.

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