Separación de urgencia pediátrica y nuevos flujos de atención implementó Unidad de Emergencia de Hospital de Quilpué para hacer frente al COVID 19

 

La implementación de una serie de protocolos clínicos y una completa restructuración
principalmente de sus flujos de atención, debió implementar la Unidad de Emergencia del
Hospital de Quilpué, cuyo personal se prepara para enfrentar las semanas más complejas en la
lucha contra el COVID 19.
Según explicó el Jefe de la Unidad de Emergencia y coordinador de la emergencia COVID 19 en
el Hospital de Quilpué, Dr. Víctor Arancibia, se generó una restructuración de la unidad de
acuerdo a la normativa ministerial generándose dos cambios principales: la separación de la
urgencia infantil de la urgencia adulto, y la separación se las consultas por patologías
respiratorias de las no respiratorias.
Uno de los principales retos, según el profesional fue mantener a los pacientes que
consultaban por enfermedades respiratorias y sospecha de COVID 19, separados de los demás
consultantes de tal manera de evitar un posible contagio.
“Como segunda medida se separaron las reanimaciones, implementando una sala de
reanimación específicamente para pacientes con sospecha de COVID-19 y otra sala de
reanimación para los demás tipos de pacientes. Otra medida fue separar los categorizadores
para enfermedades respiratorias y no respiratorias, mediante accesos diferenciado desde la
sala de espera de la unidad de Emergencia” explicó el Dr. Arancibia.
A su vez, se instaló una carpa en el sector externo del dispositivo SAUD, mediante la gestión
del Servicio de Salud Viña del Mar Quillota, la que es utilizada como sala de espera para
pacientes respiratorios con sintomatología leve.
Separación de la Urgencia Infantil
Una de las medidas más importantes fue la separación de la Unidad de Emergencia Infantil de
la Unidad de Emergencia Adulto, “quedando la atención pediátrica en sector de CMA, donde
se habilitó una sala de reanimación, una amplia sala de atención y la sala de espera. Hay más
resguardos para nuestros pacientes pequeños para que no entren en contacto con los adultos
que consultan”, comentó el Jefe de la Unidad de Emergencia.
El coordinador COVID 19 del Hospital de Quilpué expresó que todo se inició a través de una
marcha blanca la semana pasada para generar su operatividad en un cien por ciento.
“Las consultas de la Unidad de Emergencia han disminuido las últimas semanas, la comunidad
está consultando cuando tiene una urgencia de gravedad, y tenemos un gran apoyo de la
atención primaria, nos hemos reunido con los directores de salud de ambas comunas Quilpué
y Villa Alemana para articular las atenciones de los pacientes que no revisten una gravedad”,
expresó el Dr. Víctor Arancibia.
En este sentido el Jefe de la Urgencia hizo un llamado a la comunidad a estar tranquila en
relación a las atenciones que está realizando el establecimiento. “El paciente que tiene una
consulta grave no respiratoria, sea algo traumatológico, quirúrgico, accidente cerebrovascular,
infarto, etc. debe consultar en nuestra unidad y nosotros vamos a derivarlo a otro sector de la
urgencia para que no esté mezclado con los pacientes respiratorios, pero los espacios son
reducidos, y por eso los pacientes que no tienen urgencia vital están siendo derivados a los
SAPUS de las respectivas comunas y para ello se han hecho las coordinaciones”, finalizó.

Personal preparado

La enfermera Supervisora de la Unidad de Emergencia Paola Dulop, agregó que desde hace dos
meses se inició el trabajo de generar los refuerzos y preparación del personal de salud para
enfrentar esta emergencia.
“Se ordenaron los flujos para poder hacer una optimización de los recursos con el personal que
ya está en turno, se reestructuraron puestos laborales, se cambiaron funciones principales en
puntos estratégicos, como selectores de demanda y funcionarios a cargo de reanimación, se
modificó la rotación de turnos a 24 horas y nos capacitamos en relación a la patología que
íbamos a enfrentar”, expresó.
Todo ello con el apoyo del Comité COVID 19 del Hospital de Quilpué, para asegurar la
capacidad de respuesta ante la emergencia y también para brindar protección a todo el
personal de salud de la Unidad de Emergencia.
“También se hizo un trabajo de orientación de funcionarios de otros servicios para poder hacer
apoyo en caso de una contingencia mayor, se entregaron funciones específicas a los jefes de
turno, mis técnicos de clínica han hecho una gran labor en relación a proveer los insumos de
EPP, a la Unidad nunca le han faltado elementos de protección, se ha hecho harto refuerzo en
el uso adecuado y la optimización de recursos”, finalizó la enfermera supervisora.