Agradecidos por las gestiones del alcalde Mauricio Viñambres se mostraron los vecinos que
orgullosamente acudieron a retirar el documento que los transformó en propietarios.
Una jornada histórica se vivió durante la tarde del pasado jueves 31 de julio en dependencias
del Liceo Artístico Guillermo Gronemeyer, pues fue aquí en donde 300 familias de la ex-toma “El
Alba” finalmente se convirtieron en propietarios tras recibir las escrituras de sus respectivas viviendas,
poniendo fin así a uno de los campamentos más grandes y emblemáticos de la comuna.
Todo esto se logró gracias al trabajo conjunto de los vecinos y el alcalde Mauricio Viñambres,
quién debió realizar múltiples gestiones para conseguir vía Serviu los más de 5 mil millones de pesos
que se necesitaron para construir los dos complejos habitacionales emplazados en el sector, superando
varias situaciones que por entonces obstaculizaban este importante proyecto.
“Hoy estamos iniciando un nuevo barrio, porque esto era una toma que logramos erradicar
gracias a la confección de un proyecto distinto. Aquí existió mucha gente que aportó y trabajó para
concretar este sueño, y por eso la gente está tan contenta. Yo se cuanto les costó reunir esos recursos y
cuantas dificultades nos encontramos en el camino, pero finalmente se pudo lograr. Hoy estamos
empezando una nueva etapa y nuestro primer esfuerzo estará concentrado en los juegos infantiles y
máquinas de ejercicios que nos permitan ir hermoseando el sector”, señaló orgulloso el alcalde
Mauricio Viñambres.
Largo camino
La ex-toma comenzó a formarse a comienzos del año 2000, con la llegada de familias allegadas
de la población “Estero Viejo”, quienes se instalaron en un terreno destinado para la construcción de un
Parque Urbano. Con el pasar de los años, los vecinos se asentaron progresivamente en el sector,
logrando la conformación de dos comités de viviendas, “Plan de Vida” y “Esperanza para Todos”.
Se debieron superar diversas barreras y pasar casi 15 años para concretar este anhelado
proyecto, partiendo por la expropiación de un terreno aledaño al campamento que permitiría dar cabida
a ambos comités, costeando además varias inversiones necesarias como la contención del sector, la
asignación de un subsidio de traslado y la obtención de nuevos recursos destinados a cumplir con el
ahorro básico necesario de cada familia.
Un sueño hecho realidad
Las viviendas son de 45 mts2 cada una, poseen dos pisos y permiten a sus propietarios la
realización de una ampliación proyectada de 10 mts2. La obra comenzó a mediados del 2012 y se dio
por finalizada a comienzos del 2014, restando hasta la jornada del jueves la entrega de sus respectivas
escrituras.
Cada casa cuenta con un baño y un estar-comedor emplazados en el primer piso, sumado a dos
dormitorios en el segundo, mientras que para el exterior de los inmuebles ya se está gestionando la
construcción de futuras áreas verdes, una sede social y juegos infantiles.
“Estamos todos muy emocionados, esto lo veníamos esperando hace mucho tiempo. Luchamos
mucho por nuestras escrituras y casas, ahora es una realidad gracias a nuestro alcalde, quien siempre
nos ayudo y estuvo disponible. No podemos estar más felices”, afirmó Arelis del Rosario Muñoz,
presidenta de la nueva junta vecinal Esperanza para Todos.
Por otra parte, el alcalde Mauricio Viñambres aprovechó la instancia para extender una
invitación a los vecinos, sosteniendo que será tarea de todos y cada uno de ellos buscar un nuevo
nombre para el barrio, dejando en el pasado todos los vestigios del antiguo campamento, y dando paso
a una nueva etapa para el sector.