Salir de lo tradicional y ofrecer productos típicos en periodo de Fiestas Patrias, hace de
estas emprendedoras de Fondo Esperanza (FE) dos ejemplos de novedosa superación.
Ambas son mujeres de esfuerzo que trabajan día a día para sacar adelante a sus familias.
Una está ligada al rubro de la gastronomía y la otra a la confección de protección para
equinos, emprendimientos que durante la época de celebración patria destacan por su
originalidad.
Al interior de la V Región, específicamente en Nogales, vive Jacqueline Bugueño,
emprendedora que pasa sus días tejiendo capas para caballos, un oficio que aprendió por
casualidad, ya que una apoderada del colegio de su hijo se ofreció a enseñarle. “Ella se me
acercó y me comentó sobre esta disciplina, a mí me interesó. Al principio trabajé con ella y
luego empecé sola. Me ha ido súper bien”, señaló. Para elaborar las prendas, precisa, se
utilizan sacos arpilleros que compra en Viña del Mar. “Los desarmo y luego tejo las capas,
que también pueden ser impermeables”.
Jaqueline trabaja en su taller. En él tiene sus máquinas y telas con las que viste los
caballos del sector para protegerlos del frío o para vestirlos en ocasiones especiales, como
Fiestas Patrias, por ejemplo.
Para fortalecer su negocio, necesitaba un pequeño empujón, ahí se encontró con Fondo
Esperanza (FE). Fue (casi) una casualidad. “Estaba en el negocio de una vecina cuando
llegó alguien a contar sobre Fondo Esperanza y me interesó. Estoy aquí desde que se
instalaron en Nogales y me han ayudado mucho”. Ahora, esta emprendedora tiene un
taller más grande, dos máquinas para coser, una para cortar y su negocio funcionando a
toda máquina. “En invierno tenemos muchos encargos y tengo que pedirle a una chica
que venga a trabajar conmigo, sino, no alcanzo”.
En Llay Llay vive Ángela Calquín, una joven emprendedora de 32 años que tuvo que
comenzar a trabajar por necesidad. Hace más de diez años quedó embarazada y vivió su
maternidad sola, por lo que decidió salir a trabajar para darle una mejor calidad de vida a
su familia.
Tiene tres emprendimientos: trabaja en la Feria de Llay Llay vendiendo lo que esté de
moda según la temporada, además fabrica dulces artesanales con una de sus mejores
amigas y vende anticuchos y choripanes en ferias y actividades de alta convocatoria en
período de fiestas patrias.
Respecto a lo que ha logrado desde que es parte de Fondo Esperanza, la emprendedora
explica que surgió mucho más rápido que antes de contar con el servicio de la institución.
“Pude comprarme un furgón y reinvertir más capital en insumos de calidad. En cuanto al
tema familiar, debo decir que gracias a Fondo Esperanza mantengo sola a mis hijos y
tengo casa propia, por lo que es una ayuda completa”, indica.
Sobre sus sueños, la emprendedora que se describe como una mujer persistente,
responsable y cumplidora, dice que añora tener un local establecido en el centro de la
localidad, pero aun así no dejaría de trabajar en el comercio ambulante.
Fondo Esperanza
Fondo Esperanza cuenta con 53 oficinas desde Arica a Chiloé, y actualmente se encuentra
trabajando por apoyar los sueños de 100 mil emprendedoras(es) de 240 comunas del país.
Si quieres conocer más historias de superación como la de esta emprendedora visita
nuestro sitio www.fondoesperanza.cl .