¿Es la innovación una competencia estratégica de su empresa? Muchas compañías deben
haberse planteado esta interrogante en más de una oportunidad.
Si bien casi todas las empresas innovan de una manera u otra, gran parte lo hace por
“casualidad” y son muy pocos los casos que confían su crecimiento futuro en una gestión
sistemática de la innovación, que rinda frutos estratégicos para la compañía y que se
transforme en una competencia estratégica de la organización.
Innovar es una actividad que requiere tolerancia al riesgo y estar abierto a crear soluciones
novedosas, construir oportunidades desde lo impensado. Es en ambientes de alta
incertidumbre cuando más importa la forma de cómo hacemos las cosas, es decir nos queda
sólo recurrir a procesos y principios que nos permitan desarrollar en el tiempo una cultura y
procesos de innovación.
La clave es construir un Sistema de Gestión de la Innovación, para lo cual existen
recomendaciones que toda empresa puede seguir.
Primero identifique a un líder para su iniciativa de innovación, una persona dedicada a
tiempo completo, para garantizar que está apostando a la innovación de forma seria.
También es importante establecer una meta de crecimiento, que será el objetivo principal
de la gestión de innovación de su empresa y que ayudará al líder de innovación a ordenar
sus objetivos y prioridades.
Defina los tipos de innovación que desarrollará y determine cuántos proyectos
incrementales (core), adyacentes (mercados o capacidades similares a la actuales) o
radicales (nuevo conocimiento técnico y de mercado) deben ser desarrollados por su
sistema de innovación.
Realice una búsqueda de necesidades no cubiertas entre sus clientes actuales y descubra las
tendencias de alto impacto para su negocio. Una forma de ir armando camino consiste en la
adopción de 1 ó 2 tendencias que a futuro transformarán de forma radical su negocio.
Seleccione un grupo de colaboradores que participarán de la iniciativa de innovación,
contando con al menos dos tipos de roles: uno que deberá lidiar con el desarrollo de
proyectos, en una situación de intra-emprendimiento y el segundo debe proteger el
sistema, guiar a los “intraemprendedores” y luchar contra los obstáculos de la cultura
organizacional. Ambos requieren capacitación y el desarrollo de habilidades de innovación.
Libere la carga de proyectos “zombies” o imposibles de resolver a corto o mediano plazo e
identifique posibles “frutos tempranos” o quickwins que representen casos de éxito para la
iniciativa de gestionar la innovación.
Elabore un “checklist de procesos” que habilite el desarrollo de nuevos proyectos.
Investigue y encuentre un consenso con su equipo, en relación a cuáles serán las 2 herramientas, los productos (entregables) y etapas que se acomodan a las necesidades de
su empresa, dada su industria y mercado.
Entrene a la gerencia y personas con experiencia para supervisar la iniciativa y dar las
señales correctas en cuanto a cultura de innovación y finalmente evalúe los primeros
proyectos de innovación. Los resultados protegerán la sostenibilidad del sistema; sea
riguroso y mantenga información actualizada de resultados, en procesos, proyectos e
ingresos obtenidos gracias a la innovación.
Esto le permitirá conseguir más recursos, así como abrir puertas en su empresa y con
clientes cuando sea necesario.
Carlos Valenzuela
Senior Consultant Innovación CAMCHAL (Cámara Chileno-Alemana de Comercio e
Industria)