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Comer cuatro comidas diarias, no hacer ayunos prolongados y evitar las colaciones
y picadillos envasados, son las principales recomendaciones para estas semanas de
descanso en el hogar.
El inicio de las vacaciones de invierno significa un quiebre en la rutina de los niños, sin la
obligación de cumplir horarios, al menos por dos semanas, pero también dejar de realizar
algunas actividades como deporte o alimentarse adecuadamente, lo que genera que
muchos suban de 1 a 2 kilos durante este periodo.
Según el último Reporte de Salud de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE), el índice de sobrepeso y obesidad de los niños en Chile es de casi un
45%, una cifra considerablemente más alta que el promedio de los países de la OCDE que
alcanza solo un 25%.
Frente a este escenario, la pediatra y especialista en nutrición de Clínica RedSalud
Providencia, Cecilia Castillo, entrega algunas recomendaciones para mantener ciertos
hábitos saludables durante estas semanas libres.
No saltarse el desayuno
Lo más importante es mantener los horarios de la alimentación y 4 comidas diarias,
tratando que la cena no sea más allá de las 8 de la noche para tener un periodo de ayuno
suficiente que normalice algunos niveles hormonales, como por ejemplo el de la insulina.
“Si antes el desayuno partía a las siete de la mañana, lo ideal es atrasarlo en una o dos
horas, pero ingerir esos nutrientes. Hay que considerar que se viene con un ayuno
prolongado de al menos 8 horas de sueño, por lo que es muy importante el aporte de
nutrientes con un desayuno balanceado que incluya lácteos o cereales, como la avena”,
asegura la experta.
Mantener porciones adecuadas
La pediatra asegura que es importante recordar que los niños no comen igual a los
adultos. “El tamaño del plato debe ser más pequeño. Hay muchas familias que visitan
restaurantes, donde las porciones se preparan pensando solo en los adultos y, a veces, las
calorías superan lo que un niño debería consumir a diario”.

Evitar las colaciones
Cuando un niño se alimenta con desayuno, almuerzo, once y cena, no es necesario que
consuma colaciones. “Las colaciones no aportan mucho a su alimentación, por lo que no
es necesario que coma una colación en cada recreo. Si el niño desayuna más tarde no es
necesario dar colaciones, basta con comidas sugeridas. En tiempo de colegio recordar que
es una colación para la mañana y no una colación para cada recreo”, asegura Castillo.
Optar por sopas o cremas
En estas semanas, donde bajan las temperaturas, una opción nutritiva son las cremas de
verduras. La especialista de Clínica RedSalud Providencia recomienda “una crema de
verduras preparada en casa, puede reemplazar una porción de ensalada. Muy diferente
eso sí, son las que vienen preparadas en sobre porque contienen altos índices de almidón
o harinas y no es equivalente a una casera”.
No abandonar el consumo de frutas
Así como las verduras, las frutas deben estar incorporadas como postre en cada comida.
“Al menos tres veces al día deben consumir una fruta, aprovechando las que son de la
estación e idealmente no consumirlas como jugo, ya que se pierden la mayoría de los
nutrientes y vitaminas”, puntualiza la experta.