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Alimentación saludable será abordada en 57° Congreso de Pediatría.
Un niño que posee un régimen restrictivo, ya sea por una enfermedad o por voluntad de los padres, puede desarrollar deficiencias nutricionales. Para evitar que esto afecte el desarrollo y crecimiento del menor, la alimentación debe estar bien planificada, considerar una adecuada suplementación de nutrientes y tener un seguimiento médico. Así lo sostiene la Dra. Catalina Le Roy, nutrióloga infantil y miembro de la Sociedad Chilena de Pediatría, quien se refiere a los diferentes tipos de dietas restrictivas y a la importancia de lograr una adecuada alimentación.

Las dietas restrictivas son aquellos regímenes en que se excluyen ciertos alimentos por distintas razones. Entre ellas está la indicación médica o alguna patología del niño, como errores congénitos del metabolismo, enfermedad celíaca, dieta cetogénica, alergias alimentarias, intolerancias y aquellos con alta dependencia de soporte enteral.

“Existen además otras enfermedades del paciente, como diferentes trastornos de la conducta alimentaria que restringen su alimentación y que requieren de un abordaje multidisciplinario en su tratamiento”, apunta la nutrióloga infantil de la Sociedad Chilena de Pediatría (Sochipe), Dra. Catalina Le Roy, quien también expondrá en el 57° Congreso Nacional de Pediatría, esta semana en Concepción.

En otros casos, las motivaciones para seguir este tipo de dieta pueden ser por voluntad de los padres, creencias religiosas o respeto al medioambiente. Algunos ejemplos son las vegetarianas u otras que surgen con popularidad para bajar de peso. En este sentido, cuando los niños siguen tales patrones de alimentación, se debe asegurar su crecimiento y desarrollo. La especialista en nutrición explica que “dependiendo del tipo de restricción, si no están bien planificadas, éstas pueden producir deficiencias nutricionales, sobre todo cuando no reciben una adecuada suplementación de nutrientes y no hay seguimiento”.

Hasta el momento, no existen datos que puedan objetivar si ha aumentado el uso de restricciones alimentarias en los menores por motivaciones personales o familiares entre la población chilena. Sin embargo, la nutrióloga de la Sochipe cuenta que, en la práctica clínica, se observan más casos en estos últimos años.

¿Cuáles son los riesgos?

Al eliminar ciertos alimentos de la dieta de un niño, existe el peligro de exponerlo a una deficiencia nutricional. “Conforme a las características del sistema de alimentación seguido, se generan deficiencias, que pueden ser de energía, proteínas y/o de micronutrientes específicos, por lo que no existe un molde o patrón de exámenes o de suplementaciones, la evaluación debe ser individual”, sostiene la doctora Le Roy.

Las consecuencias de estas carencias, sostiene la nutrióloga infantil ―quien abordará este tema en el 57° Congreso Nacional de Pediatría, en Concepción―, van desde la desnutrición a la deficiencia de micronutrientes y que “conforme a la restricción, puede causar menor crecimiento lineal, menor mineralización ósea, la cual repercutirá en la etapa adulta, baja inmunidad, hipocalcemia (niveles de calcio menor a lo normal), hipoalbuminemia, anemia y convulsiones, entre otros”, especifica Catalina Le Roy.

Además, para algunos casos en específico se corre el riesgo de que el niño tenga retraso en su desarrollo neurológico, el cual podría ser irreversible, e incluso descompensaciones graves por deshidratación y alteraciones en electrolitos, que pueden poner en riesgo vital a un paciente.

Recomendaciones

Conforme a lo expuesto por la Dra. Catalina Le Roy, especialista de la Sociedad Chilena de Pediatría, las indicaciones médicas en el caso de tener que implementar cualquier tipo de dieta restrictiva en un niño son las siguientes:
· Asesorarse por profesionales especializados para lograr una adecuada alimentación
· Evaluar la ingesta real del niño
· Ver los aportes nutricionales de los alimentos que se están utilizando como alternativa
· Considerar suplementación de los nutrientes que faltan
· Realizar el seguimiento en el tiempo para ver su crecimiento y desarrollo
· Según el caso, realizar exámenes de laboratorio