Leonardo Contreras: “Quienes consideramos que el derecho a la vida de todo ser humano, incluso del que está por nacer, debe prevalecer ante todo derecho, objetamos el proyecto de aborto en tres causales”.

A los fundamentos del candidato a diputado por la Región Quinta Costa, se sumó la opinión de Pedro Sariego, candidato a senador por la Quinta Región. “En síntesis, debemos rescatar una sociedad más solidaria y desarrollar una patria más justa con oportunidades efectivas para todos, incluyendo a los que van a nacer; no sólo para las elites, muchas de las cuales se hunden en su propio hedonismo. Debemos luchar para hacer de los momentos de vida responsable de los chilenos la “copia feliz del Edén”.

Han sido muchas las repercusiones que el proyecto de aborto en tres causales ha tenido en el país, ya sea en la Opinión Pública como en las reacciones de las distintas alas políticas, religiosas y de libre pensamiento. Sin embargo, todos han reconocido que el tema va mucho más allá de una simple discusión sobre los síntomas de una enfermedad social, sino que debe cimentarse como siempre desde el punto de vista valórico, en que la vida es la principal cúspide y base de cualquier construcción social.
En este sentido, el abogado Leonardo Contreras declara “cuando el peor Gobierno de la historia reciente de nuestro país ha querido llevar a cabo modificaciones profundas a la legislación, las ha denominado reformas. Estas reformas constituyen el nefasto legado del cual será tributario. Quienes consideramos que el derecho a la vida de todo ser humano, incluso, del que está por nacer debe prevalecer ante todo derecho, objetamos el proyecto de aborto en tres causales. Y lo rechazamos considerando que todo ser humano, sin considerar su situación de origen, nacimiento o salud, detenta dignidad, la cual lo hace fuente y titular de una gama de derechos, de una posición en la cual los derechos humanos son la expresión más inmediata de su dignidad”.

CON ESTE PROYECTO SE LEGITIMA EL ASESINATO
Con esta base, el candidato a diputado por la Región Quinta Costa exige que la vida debe ser respetada desde su concepción y a través de toda la existencia. “De forma voluntariosa y por medio de lemas y frases acuñadas con la utilización de recursos públicos, el Gobierno ha impulsado este proyecto que legaliza el aborto y lo legitima sin considerar la igualdad ante la ley. Lo que está haciendo es permitir el asesinato del que está por nacer en base a criterios discriminatorios, forzando un tratamiento diferenciado entre el que nació y el que se encuentra en el vientre materno, cuya única diferencia es el ambiente en el que se desenvuelven, pues ambos son dependientes en cuanto a las labores propias de un ser humano desarrollado, porque precisamente se encuentran en su primera etapa de desarrollo”.
A su vez, el profesional manifiesta su rechazo frente a la constante carencia de garantías de los derechos humanos por parte del Estado que se refleja también en el Poder Legislativo. “Con la aprobación de las 3 causales, el Estado está nuevamente fracasando en su labor de cuidado de los más desprotegidos, ha fracasado en la protección de los niños y niñas nacidos cuando como sociedad vemos el abuso y la desprotección al interior de la red del Servicio Nacional de Menores, Hoy, ha fracasado en razón de la propaganda. El Estado de Chile sistemáticamente ha renunciado a uno de sus deberes más esenciales, cuando se legitima el acto de eliminar al que está por nacer. Se transgrede el principio pro homine o pro persona, en razón del cual el Estado está al servicio del ser humano. Con esto, Chile se desprende una vez más de este deber irrenunciable”.

LA VIDA ES UN MILAGRO MAYOR, ES SAGRADA
En este mismo sentido, el candidato a senador por la Quinta Región y ex seremi de Obras Públicas, Pedro Sariego, efectúa un análisis acabado desde varios puntos de vista.
“Lo primero que tengo que decir es que todos los miembros de Amplitud tenemos una profunda admiración por Lily Pérez, quien ha sido la gran impulsora de este movimiento desde sus orígenes, lo sigue siendo y lo será desde todo punto de vista. Yo, en lo personal, respeto profundamente todas sus posiciones y sobre las tres causales del aborto, yo soy el primero en reconocer que la representan absolutamente en la forma y el fondo de cada uno de los temas. Aprobación que se desarrolló en el Senado del Congreso, con mucha pasión, porque el tema lo amerita ya que pone en juego sistemas de creencias y un contrapunto entre presuntos derechos civiles del que está por nacer y el de la mujer”.
El profesional y académico, discrimina “personalmente, yo me alejo de esa pasión y entiendo que éste ante todo es un tema de conciencia. Mi punto de vista al respecto, que la sabe perfectamente la gente que me conoce, es que para mí la vida es un milagro mayor. Esta posición no está basada en una concepción religiosa de la vida. Aunque parezca un poco extraño para el común de las personas, pienso que la vida, y en especial la vida humana, hasta la fecha es una especie de anomalía probabilística a nivel cósmico. Si uno ve el tiempo de la vida humana respecto a la vida del universo, si uno lo ve en la relación espacio-tiempo como es en el que se manejan hoy día las cosas, y considera la finitud de la vida frente a cualquier expresión de vida espacial, la nuestra es infinitamente menor, y hay especies menores que la nuestra; sin embargo, tenemos un alto nivel de auto conciencia de lo que somos, de lo que hemos sido y de lo que podemos llegar a ser en el tiempo en el universo. Nuestra vida humana llega en promedio a los 85 años. Los que llegan al final o algunos de ellos, logran tener una dimensión de lo que esto significa, que la vida es un misterio, un milagro y por consiguiente es sagrada”.

FALTA DE AMOR Y DE SENTIDO DE PATRIA
Pedro Sariego agrega que “siendo así, yo soy un agradecido de la vida y de todo lo que significa. Por consiguiente, me considero un partidario de la vida en todas sus formas y en todo momento, y ante cualquier evento. En ese sentido, cuando vemos la realidad del Chile de 2017 de su entorno, uno puede darse cuenta de los muchos vacíos que tenemos los seres humanos que vivimos en este territorio respecto de la vida. Y creo firmemente que el modelo de vida que nos hemos dado en Chile ha hecho que en los últimos años no haya una tendencia hacia el vivir colectivo, hacia un sentido de sociedad en su conjunto, a lo que nuestros padres y abuelos denominaban “sentido de Patria”. Esta visión de las cosas está desdibujada por estas corrientes, el estrés de la vida contemporánea, por cierto grado de hedonismo que se vive en ciertos círculos, por una especie de ausencia de lo colectivo y el imperio del individualismo. Todo esto hace que nos dispersemos, que la sociedad chilena sea una especie de vectores fugándonos unos de otros. Eso nos hace perder sentido como sociedad y, en definitiva, vamos perdiendo cariño mutuo y denota una falta amor entre los chilenos. Y cuando falta amor, todos estos temas que tienen que ver con la vida, se soslayan”.
Al respecto, el académico indica que “quisiera una sociedad en que se respete la vida del que va a nacer, siempre y a todo evento, pero también que se respete la vida después de nacer, donde hay bastante ausencia, incluyendo de los que bregan por la vida. Ahí está el abandono de los niños que quedan en la pobreza inmediata al nacer, de por ejemplo la existencia de leyes arcaicas sobre la adopción, las que nadie ve y en las que nadie repara, aunque todos sabemos lo que pasa y donde nunca se da urgencia; sobre el trato que hemos conocido estos últimos días de los niños en riesgo social o enfrentados a situaciones dramáticas de sus padres, y que quedan bajo la protección del Estado en el SENAME; de una gratuidad al revés de lo que debe ser, que se centra en solucionar los problemas de los estudiantes mayores y no de los menores, que debiera ser a mi juicio el foco si de verdad queremos sociedades distintas de aquí a 10, 20 años. El problema de la pobreza y desigualdad social que tanto nos golpea; la ausencia del Estado en muchas actividades que tienen que ver con los menores y con los adultos, de los discapacitados mentales profundos, para los cuales el Estado y la sociedad civil sólo tiene como única opción el siquiátrico, y finalmente con los ancianos. Hay ausencia del Estado en todo esto y, salvo excepciones, muchas veces asociadas a las Iglesias que tanto se critican, de la sociedad civil en su conjunto, con todos, con los que están por venir, con los que están y de los que se van a ir”.

ACOGER A LOS INMIGRANTES CON ALEGRÍA
A su vez, Pedro Sariego incluye también en la temática de los Derechos Humanos a los inmigrantes. “Cuando hablo de patria, hablo también de los que quieren ser chilenos. Los habitantes originarios, que en esta parte del mundo siempre fueron pocos comparativamente a Mesoamérica u otras zonas como el Alto y Bajo Perú, la nuestra es una sociedad de inmigrantes. Quien más, quien menos, por nuestros apellidos sabemos y estamos absolutamente claros que somos descendientes de la inmigración, que el mestizaje es sumamente intenso entre las colonias de inmigrantes, entre miembros de las colonias y también con los habitantes originarios, etcétera”.
Explica que “en esta última ola de inmigración que ha llegado a Chile la tenemos que acoger con alegría, porque ellos se parecen mucho a como fueron nuestros ancestros cuando llegaron a Chile desde otros lugares del mundo, huyendo de quizá qué miseria, escapando de la barbarie de otros pueblos, intentando crear futuro. Los inmigrantes vienen un poco por lo mismo. A mí me da mucha vergüenza ver cómo muchos de ellos viven hacinados en condiciones de miseria, y tenemos que también crear una patria para ellos. Al final, sus hijos son chilenos, pues nuestra legislación así los reconoce por el hecho de nacer en Chile. Ese es también un tema que tenemos que abordar. No podemos seguir viviendo con una legislación anquilosada del 1900 para seguir tratando el tema de la inmigración en Chile. Tenemos que hacer una legislación más actual, que por último hable de cantidades y filtre a los delincuentes que quieran colarse, tal como lo hace Canadá, Nueva Zelanda, Australia; países que admiramos sobre esos temas pero que también nos hagamos cargo de todo el bienestar social que un inmigrante se merece como cualquier personaje que resida en Chile. Es un tema en el cual también tenemos que avanzar”.

HABITANTES ORIGINARIOS
Sobre esta coyuntura, Pedro Sariego especifica: “cuando hablo de patria, hablo de avanzar en el trato hacia nuestros habitantes originarios. A mí me descorazona mucho el tema de la comunidad Mapuche, una de las simientes sobre la que nos dicen los historiadores se formó nuestro país. Las comunidades Aimara y Rapanui han hecho algunos avances desde los lugares donde ellos se concentran. Son mucho menores las proporciones en el norte y en Isla de Pascua respecto de la población Mapuche en Chile, parte de ella en el abandono. Tenemos que tener la valentía y el coraje de abordar esos problemas, incluyendo la deuda histórica, y debe ser con instrumentos y herramientas legislativas modernas, que permitan de verdad otorgar justicia, la integración y el desarrollo de los pueblos originarios”.
Agrega que “en definitiva, como muchos me encuentro comprometido absolutamente con la vida de los que van a nacer, y de los que están, en todas sus dimensiones. Lo cierto, es que si nos quedamos como estamos, vamos a tener discusiones odiosas y bizantinas como las que ya hemos tenido y observado respecto por ejemplo del tema de despenalización del aborto en tres causales. Es necesario subir el nivel del debate porque lo que viene es el aborto libre, y ante este tema se requiere mucha reflexión y entender que éste ante todo es un tema de libertad de conciencia y de fuero interno, sobre el cual yo tengo la convicción científica que la vida se establece y genera al momento de la concepción. Decir que se es ser humano “después de cierto tiempo”, cualquiera éste sea es para mí un mero eufemismo”.

COMPROMISO ABSOLUTO CON LA VIDA
El candidato a senador por la Quinta Región explica: “en definitiva, si ustedes me quieren conocer más sobre estos temas, y a las personas con las que concurro a esta elección, nosotros estamos comprometidos absolutamente con la vida de los que van a nacer y de los que están, en todas sus dimensiones. Lo cierto es que si nos quedamos como estamos, vamos a tener discusiones odiosas y bizantinas como las que ya hemos tenido y observado respecto por ejemplo del tema de despenalización del aborto en tres causales”.
Agrega que la anterior “es mi opinión fundada que los chilenos debemos rescatar una sociedad más solidaria, desarrollar una patria más justa con oportunidades efectivas para todos incluyendo a los que van a nacer; no sólo para las elites, muchas de las cuales se hunden en su propio hedonismo. Debemos luchar para hacer de los momentos de vida responsable de los chilenos la “copia feliz del Edén”, concluye Pedro Sariego.